Este sábado el Príncipe Harry y Meghan Markle contrajeron matrimonio en la capilla de St George ante la mirada atenta de todo el mundo.
La actriz y el ahora duque de Sussex dieron el sí y compartieron sus votos en compañía de sus padrinos y de todos sus invitados.
Los novios se vieron muy contentos y enamorados, aunque los nervios de Harry fueron evidentes en todo momento, quien además no podía sacar los ojos de la hermosa novia.
El vestido de novia, que era uno de los grandes misterios, fue diseñado por Clare Waight Keller para Givenchy, el que destacó por ser de corte sencillo, moderno y elegante, con escote de barco, mangas tres cuartos, cola y un velo muy largo con bordados en los extremos.
Dentro de los hechos que marcaron la boda estuvo el momento en que un coro gospel interpretó la canción "Stand by me", emocionando a muchos de los presentes.
Tras la ceremonia los novios hicieron un recorrido en carruaje por el lugar para saludar a la gente que estaba apostada en las calles esperando ver a la pareja. Luego se trasladaron hasta el almuerzo de celebración para más tarde asistir a una fiesta ofrecida por el Príncipe Carlos.
Fotos: Reuters