Lo que parecía ser una amenaza terrrorista para algunos, terminó siendo totalmente lo contrario.
Fue lo que sucedió el pasado viernes con un bolso sospechoso escondido bajo una barrera de concreto, en las cercanías de una estación de buses de Nueva York, Estados Unidos.
El paquete, que se veía abandonado, motivó a los caminantes a llamar a la policía y reportar un posible explosivo escondido en él, no sospechando el vuelco que tendría esta historia.
La policía, ante la alarma, respondió enviando a personal especializado en la detección de explosivos, los cuales informaron que se trataba sólo de un bolso con más de mil condones de todos los tipos, tanto para hombres como para mujeres.
El vocero de la policía de Nueva York, Joseph Pentangelo, dijo que la investigación descartó los explosivos y que el producto habría sido abandonado por un trabajador de salud, especializado en el ámbito sexual.
Foto: Agencia Uno.