La decidida acción de una conductora de un autobús en China salvó a sus más de 40 pasajeros de sufrir un accidente en la ciudad de Changsha, capital de la provincia central de Hunan.
Sheng Li, la conductora, realizaba su recorrido habitual con la máquina llena de pasajeros cuando comenzó a sentir un intenso dolor debido a un síndrome de hiperventilación.
El dolor fue tan insoportable que optó por tratar de detener la máquina antes de perder el conocimiento. Y lo hizo justo a tiempo, como registró una cámara de seguridad a bordo del bus.
Una vez que se detuvo y abrió las puertas de la máquina, Li se desplomó desmayada sobre el volante. Alguno de los pasajeros la auxiliaron y fue derivada a un hospital.