La noche de este jueves, los duques de Sussex asistieron al concierto "100 Days for Pace", el que se realizó en el Centre Hall Westminster de Londres.
El príncipe Harry y Meghan ingresaron de la mano, demostrando una vez más su amor, a pesar de las normas que rigen a la realeza, las que prohíben las muestras de amor en público.
Rápidamente, las cámaras posaron su atención en la actriz, la que decidió dejar de lado el color negro, eligiendo un azul eléctrico muy llamativo, sin embargo, el modelo del vestido no la acompañó.
El vestido de silueta lápiz, sin mangas y con pliegues en la zona delantera pertenece a la firma jason Wu y fue hecho a la medida de la duquesa, detalle que no se notó, ya que no le hacía justicia a su estilizado cuerpo.
Debido al corte y a que el atuendo le quedaba grande, se le veía un busto exagerado, cosa que no es así, mientras que los pliegues del vestido a la altura de su cintura producían el efecto óptico de un posible embarazo.
Así, el vestido le daba un aspecto mucho más grande a su cuerpo, mientras que sus extremidades lucían mucho más delgadas que antes.
¿Habrá bajado de peso durante los últimos meses, producto de la presión, los problemas con su padre y las labores que debe cumplir? Quizás sí ha bajado de peso, pero también es cierto que este vestido ha sido desaprobado por la crítica.