No es habitual ver a los miembros de las casas reales mundiales fuera de su papel representativo, por lo general frío, serio y protocolario.
Por eso el revuelo que está causando en España la publicación de unas fotografías de la intimidad del heredero de la Corona española, Felipe de Borbón, y su esposa, Letizia Ortiz, en las que se les puede ver jugando en el Palacio de la Zarzuela en un triciclo rosa infantil, ataviados con un casco del mismo color.
Las imágenes corresponden a las primeras Navidades que pasó el matrimonio en la residencia de los Reyes de España, y han sido publicadas por un primo de la princesa, David Rocasolano, que acaba de publicar un libro llamado "Adiós, Princesa", que promete dar mucho que hablar.
Las polémicas fotos, que están provocando furor en las redes sociales hispanas, aparecen en su libro y fueron publicadas en su blog, con la advertencia (¿o amenaza?) de hacer públicas muchas más de los Príncipes de Asturias.
Según indica el portal bekia.es, Rocasolano aseguró que "Letizia estaba obsesionada con las fotos. Pensaba, supongo, que podíamos comerciar con ellas. A mí me llegó a pedir que, en Palacio, no sacara ni siquiera fotos a mi hijo".
En el libro también se pueden encontrar el acta de su primer matrimonio civil y la sentencia del posterior divorcio, así como las facturas de las clínica donde se sometió a un supuesto aborto.
Sin duda, un nuevo frente abierto para la Casa Real española, envuelta en todo tipo de escándalos en los últimos meses y con una bajada de popularidad sin precedentes desde el retorno a la democracia a finales de los años 70.