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Hallan esqueleto de Ricardo III

El rey Inglés retratado como un tirano que asesinó a dos príncipes en la Torre de Londres, murió luchando contra el que luego fue su sucesor, Enrique Tudor, en 1485.

Cristián Jara

Lunes 4 de febrero de 2013

Investigadores británicos señalaron que un esqueleto con la calavera partida y la columna vertebral torcida enterrado bajo un aparcamiento es el de Ricardo III, resolviendo un misterio de 500 años sobre el lugar final de descanso del último rey inglés en morir en batalla.

Ricardo III, retratado por William Shakespeare como un tirano monstruoso que asesinó a dos príncipes en la Torre de Londres, murió luchando contra el que luego fue su sucesor, Enrique Tudor, en la batalla de Bosworth Field, en el centro de Inglaterra, en 1485.

Un equipo de arqueólogos e historiadores de la Universidad de Leicester estableció que las pruebas mostraban que el esqueleto hallado el año pasado durante las excavaciones en un monasterio medieval bajo un estacionamiento de la ciudad, era en efecto el de Ricardo III.

Después de una presentación académica detallando la vida y heridas de Ricardo III, el jefe de los arqueólogos del proyecto, Richard Buckley, anunció su conclusión entre vítores y aplausos.

"La conclusión académica de la Universidad de Leicester es que, más allá de una duda razonable, el individuo exhumado en Greyfriars en septiembre de 2012 es efectivamente Ricardo III, el último rey Plantagenet de Inglaterra", dijo Buckley.

Los académicos aseguraron que el ADN extraído del cuerpo coincidía con el de Michael Ibsen, un fabricante de muebles de Londres nacido en Canadá que según los genealogistas era el descendiente directo de la hermana de Ricardo, Ana de York.

El esqueleto mostraba signos de lesiones coherentes con heridas recibidas en batalla; un utensilio con filo parecía haber partido parte de la zona posterior del cráneo mientras que se encontró una flecha de metal entre las vértebras de la parte superior del esqueleto.

Ricardo III, uno de los reyes más famosos en la historia de Reino Unido, fue asesinado en un intento de aferrarse a su corona en la Batalla de Bosworth Field, y fue representado por Shakespeare apeándose de su corcel, diciendo: ¡Un caballo! ¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo!"