Algunos las comen, otros las alojan dentro de su cuerpo por algunos días.
Ese es el extraño caso que se registró en Buckinghamshire, Inglaterra, donde un hombre sacó una polilla viva de su oído luego de aguantar sus zumbidos por tres días.
Rob Fielding relató al Daily Mirror que todo comenzó cuando estaba leyendo durante la noche en su cama. Atraído por la luz del velador, el insecto comenzó a revolotear cerca de su cara hasta aburrirlo.
Fue entonces que Fielding lanzó un manotazo, pero en vez de espantar a la polilla terminó por guiarla dentro de su oído. Sorprendido, decidió esperar que el insecto buscara solo su camino hacia afuera... Y tardó tres días.
"Cuando sentía que se movía, se me erizaba la piel. Fue horrible saber la polilla estaba volando por el interior de mi cabeza. Además, fue increíblemente doloroso, ya que estaba al lado de mi tímpano y unos dos centímetros dentro de mi oreja", contó.
Ya desesperado, al tercer día fue al hospital para un procedimiento que duró 90 minutos y que sorprendió a doctores y enfermeras.
"Una de ellas utilizó una luz para ver el interior de mi oído y sólo distinguió una pata moviéndose. Al final metieron un embudo en mi oído y cogieron la polilla con un par de pinzas. Cuando salió me sentí como si acabara de bajar de un avión", agregó.
Aunque el insecto murió debido al procedimiento, Rob Fielding decidió guardarla en un frasco y dejarla como un recuerdo en una de las repisas de su casa.
"La tenemos como souvenir y forma parte de una gran historia para comenzar una conversación", aseguró.