Desde estar completamente calva a recuperar sus rulos naturales, siempre con una sonrisa en el rostro.

Ese es el camino que Annmarie Bowen retrató día a día, por un año, para luego convertir sus fotografías en un inspirador time-lapse que muestra que el cáncer se puede vencer.

"Es difícil mirar hacia atrás y ver cuán enferma estaba y la calvicie", señaló Bowen al DailyMirror.

A sus 21 años, la joven fue diagnosticada con cáncer de mamas e inmediatamente se sometió a los tratamientos necesarios para salvar su vida, los que significaron que perdiera todo su cabello.

Annmarie sintió fuerte el golpe de perder uno de los que consideraba sus mejores atributos, no sólo por el hecho de verse calva, sino porque trabaja como estilista.

La joven asegura que dejar evidencia de este proceso no sólo la ayudó a sentirse en control y recuperar energías, sino mostrarle a sus cercanos lo lejos que llegó.

"Quiero que otras mujeres jóvenes sepan que el cáncer de mamas no sólo afecta a las mamás o abuelas. Compartir mi historia también me ha ayudado a llevar a término todo lo que he pasado", agregó.