Dicen que para ser bella, hay que ver estrellas. Y precisamente eso fue lo que le pasó a la actriz Jennifer Garner para la última entrega de los premios Oscar, en febrero pasado.
Según confesó la ex de Ben Affleck en el programa de Jimmy Fallon, 'Tonight Show', necesitó a dos personas para poder ponerse un corsé de metal antes de vestir el Versace negro con el que desfiló por la alfombra roja.
"Mueven tus órganos un poco, comprimieron mis costillas y movieron el hígado", señaló Garner.
El corsé que usaba debajo de su vestido le causó calambres musculares después de varias horas. "Sufrí un ataque de pánico en las costillas", dijo la protagonista de Alias.
Ya en la mitad de la ceremonia, la actriz no lograba ponerse de pie y en una pausa de publicitaria consiguió ir al baño y parar con el calambre que la aquejaba.