Al parecer Justin Bieber sigue teniendo problemas con las autoridades estadounidenses. Solo durante la noche del sábado pasado vecinos llamaron cuatro veces a la policía para reclamar por el alto sonido de la música y los gritos que provenían de una fiesta que el cantante celebró en su condominio.
Los vecinos no sólo se quejaron por el ruido, sino también por la gran cantidad de personas que llegó a la celebración de Bieber y que se mantuvieron bailando en la azotea del condominio hasta altas horas de la madrugada.
En otras dos oportunidades la policía tuvo que concurrir a la calle donde vive el ex de Selena Gómez para controlar un grupo de alocadas fanáticas que a través de gritos quisieron llamar la atención de su ídolo, según informó Los Angeles Times.
Aunque las autoridades señalaron que cada vez que le solicitaron al cantante bajar el volumen de la música, él acató, esta seguidilla de quejas de sus vecinos podría suponer la violación de su libertad condicional.
Además, Bieber aún tiene pendiente un proceso judicial tras haber sido arrestado en Miami el pasado mes de enero mientras conducía en estado de ebriedad y con el carnet de conducir vencido. Hecho que podría suponerle una pena más fuerte.