Es uno de los eventos más tradicionales del Festival de Viña del Mar y estuvo a punto de ser cancelado.
Se trata del famoso "piscinazo" de la Reina del Festival, el que en un principio fue puesto en duda, pero que finalmente se confirmó, aunque con algunas modificaciones y sorpresas.
Aunque la "Reina del Festival de Viña del Mar" nació en 1982 cuando se coronó a Rafaella Carrá, el piscinazo llegó muchos años después, con Natalia Oreiro en 2001 cuando a la cantante uruguaya se le ocurrió tirarse a la piscina del hotel, transformando el rito en una tradición.
Ahora 17 años después y con algunas polémicas se hará un histórico cambio, ya no será sólo la reina la que se lanzará a la piscina del hotel O'Higgins, sino que también lo hará el rey, título que se incluyó este año.
Desde la organización del concurso informaron que este año se pretende volver a lo tradicional, algo más recatado y sencillo.
"La decisión se debe al perfil de nuestra nueva Cuarta, que también se adapta a los tiempos como se han ido adaptando todos los chilenos", afirmó el director de La Cuarta, organizadores del evento, según publica Chilevisión.
La idea de este nuevo "piscinazo" es que los soberanos se lancen al mismo tiempo a la piscina, generando así un nuevo hito en la historia del Festival de Viña del Mar.