Su desesperación por escapar de la justicia la llevó a cometer un hecho insólito.
Rebecca Humphries, de 26 años, cometió una pequeña falta a la ley de tránsito, por lo que un policía le cursó una infracción. El problema vino cuando el oficial averiguó que la patente del vehículo arrojaba un encargo por robo.
Al momento de intentar detener a la conductora, ésta se dio a la fuga, dando inicio a una loca carrera a gran velocidad que terminó con la repentina detención del auto robado en medio del puente Troutdale. Cuando la policía pensaba que la joven se iba a entregar, vino lo insólito: ella corrió hasta el borde y se lanzó al río.
Para mala suerte de la fugitiva, su caída desde 10 metros de altura sólo facilitó su captura, pues terminó con algunas heridas producto del congelamiento del agua debido a las bajas temperaturas que azotan a Estados Unidos.
Según reporta Examiner.com, la mujer se encuentra en el hospital con una vértebra rota. Desde ese lugar afirmó que nunca pensó que la distancia entre el puente y el río era tanta. "Miré hacia abajo, pero no dudé en saltar", afirmó.
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