Y Lemmy tuvo un funeral digno a su altura de estrella mundial del rock.
Claro, porque el líder de Motörhead fue despedido por sus familiares y amigos, los mismos que se inspiraron en él para crear sus propias bandas.
Así fue como este ícono del rock se transformó en leyenda, a la edad de 70 años, cuando el pasado 28 de diciembre un agresivo cáncer terminó con su prolífica vida.
En un servicio que fue transmitido a todo el mundo por Youtube, sus millones de seguidores pudieron acompañar en el último adiós que le dieron entre otros músicos, Lars Ulrich y Robert Trujillo (Metallica); Dave Grolh (Foo Fighters); Slash (Guns N'Roses) y Rob Halford (Judas Priest).
Pero quizás el momento más emotivo fue cuando su hijo, Paul Kilmister, se refirió a su padre definiéndolo como "un guerrero del escenario" y destacando que para él, tocar en vivo era "todo".
La ceremonia se realizó en el cementerio Forest Lawn Memorial de Hollywood; y con una posterior fiesta en el mítico Rainbow Bar & Grill -lugar fetiche del músico- los más cercanos de Lemmy le dieron su último adiós.