La cartelera chilena ya cuenta con la nueva cinta del director Darren Aronofsky, "Noé", entre sus ofertas.
La película protagonizada por Russell Crowe, Jennifer Connelly, Emma Watson y Anthony Hopkins, entre otros, ha suscitado la polémica en diversos países musulmanes, así como una fuerte crítica de la iglesia.
"Noé" tuvo su avant premiére este martes en Santiago y 24horas.cl aprovechó la cita para invitar a tres personas que podrán dar su visión sobre la nueva apuesta biblíca de Hollywood: Solène Bergot, Doctora en Historia; Marcelo Gidi, sacerdote jesuita y profesor de la Universidad Católica, y Ricardo Larraín, destacado director de cine.
A continuación te dejamos el juicio de cada uno para que te formes una opinión sobre lo nuevo de Darren Aronofsky:
Comentario de Solène Bergot, doctora en historia y académica de la Universidad Andrés Bello:
"La película "Noé" se presenta como el relato de un hombre que permanece fiel a las enseñanzas divinas en un mundo corrupto que ha agotado los recursos ofrecidos por su ecosistema y se encuentra frente a la encrucijada de su propia sobrevivencia. En este sentido, el curso del relato privilegiado por el realizador bien poco tiene que ver con el relato bíblico y menos con las explicaciones históricas al diluvio.
Se trata más bien de una visión atemporal (reforzada por esta escena donde Caín mata a su hermano Abel, cada uno siendo reemplazado por una serie de soldados de distintas épocas), una visión apocalíptica de lo que nos espera como especie dominante.
Y, sin embargo, los relatos alrededor del diluvio, que no pertenecen sólo a la tradición judío-cristiana, sino que abarcan otras civilizaciones (el personaje de Ziusudra en los textos mesopotámicos, la mitología griega-romana, el mito de la Atlántida,...), dan cuenta de una historia relevante que puede tener dos explicaciones complementarias.
Por una parte, puede constituir una forma de "racionalizar" ciertos eventos naturales como inundaciones, alza del nivel del mar o tsunamis en sociedades donde el control sobre la naturaleza era nulo; en este sentido, se trata de darles explicaciones sobrenaturales a fenómenos cotidianos, pero altamente traumáticos.
Por otra parte, podría efectivamente corresponder a un evento particular, ligado al fin de una era glaciar, que situamos alrededor de 8000 AC, provocando una inundación de ciertas zonas pobladas en distintos puntos del globo, de manera más o menos rápida según su conformación geográfica.
La película ofrece una visión "ecológica" que si bien puede parecer llamativa en nuestro mundo actual, industrializado y consumidor a ultranza, termina usando el personaje de Noé como un recurso argumentativo, dejando de lado sus significados para la humanidad".
Comentario del Padre Marcelo Gidi, sacerdote jesuíta:
"Esta película, si bien está inspirada en la historia de Noé, se ha tomado demasiadas -y no logradas- licencias artísticas. Licencias que hacen que sea una atrevida interpretación de un relato que, en sí mismo, no ofrece mucho espacio para la especulación y la inventiva. En algunos momentos parece que estamos viendo un nuevo capítulo de "El Señor de los Anillos", "Transformers" o "Gladiador".
"Noé", sería una 'adaptación' del relato bíblico que cuenta la vida y misión de Noé, pero que en su desarrollo desvirtúa su vida y misión. Es más un film épico mal logrado que presenta, además, una noción tendenciosa, simplista y primitiva de la religión.
Siguiendo el relato del libro del Génesis 6,5-10, creemos que la película no se mantiene fiel a la esencia, valores e integridad del protagonista del relato bíblico, del cual toma su nombre, convertido en todo un héroe de acción, atormentado por la culpa, rencoroso, celoso, rudo, cruel y despiadado. Noé en la película sería más bien un ecologista que un humanista. A él le interesaría salvar la naturaleza y no a la humanidad, que es el mensaje central del relato bíblico.
Cargada de elementos fantásticos, acción y efectos especiales, no logra transmitir las emociones que el relato bíblico posee. "Noé" no adapta fielmente no solo la historia, que es intensa y dramática, sino que no logra transmitir el significado y el sentido que el relato tiene para la historia de salvación y los creyentes".
Comentario del director de cine chileno Ricardo Larraín:
"Fui a ver "Noé" con la mejor de las expectativas. Un súper elenco, un gran director. Además me llaman la atención la películas sobre grandes relatos históricos contados con despliegue técnico, que suelen tener algo de juveniles, de relato moral o de iniciación, de fábula. Naturalmente en esto siempre se esconde un alto riesgo, pues cuando las piezas no ensamblan bien, todo se desmorona a gran velocidad y se vacía de emoción y sentido. Algo así me ocurrió, desgraciadamente, al ver "Noé".
Todas las historias se cuentan a partir del interés que puedan tener en el mundo contemporáneo, es lo que justifican que sean contadas en el presente. En ese sentido , la película intenta referirse al problema de la destrucción que puede estar amenazando a nuestro planeta, producto de la explotación depredadora que sufre a manos de la humanidad. Intenta ser una advertencia (o amenaza) a la gente de hoy.
Sin embargo, a mi juicio, esta readecuación de la historia bíblica a los tiempos que corren no basta por si misma, solo como un mecanismo de aggiornamiento (adaptación) formal. Es necesario que la adecuación, la reescritura, la reinterpretación conmueva. No bastan tampoco para esto los súper efectos visuales como instrumento para revitalizar una historia del patrimonio mítico de la humanidad y volver a contarla hoy en una pantalla. Si fuera solo eso, no sé si era el caso, a mi juicio no vale la pena hacerlo. Es solo una idea de marketing, no una verdadera historia.
No es necesario pedirle a este tipo de relatos una puntillosa fidelidad a su origen, sí queconecten emocionalmente y trasmitan una la esencia de la historia original. Desgraciadamente no fue así en mi caso.
Creo que se debe a su confusa coherencia narrativa, donde se mezclan distintos estilos visuales y la misma traba parece tener distintas texturas. Así, entiendo que el conflicto final de "Noé", su dilema moral, parece forzado y externo al espíritu del mito. Un exceso que me imagino, también resulta del esfuerzo de darle una resignificación actualizada.
Lo mejor: los actores. Su humanidad. Ellos logran darle presencia material a personajes que más bien no tienen volumen".