David Latimer es amante de las plantas y en 1960 se le ocurrió probar cuánto tiempo podría sobrevivir dentro de una botella sin riesgos y con cuidados básicos.
Luego de 53 años la tradescantia sigue fuerte, sana y ya paso a ser parte de la historia familiar de este hombre.
Todo comenzó en una navidad cuando Latimer colocó en la botella de gran tamaño la planta, le puso agua y la sello hasta 1972, cuando la abrió para volver a echarle agua y así la ha mantenido hasta la fecha.
Increiblemente el aspectó de la tradescantia es saludable, la única vitamina que recibe es la luz natural, la planta se mantiene gracias a las bacterias que viven en el fondo de la botella y absorbe el agua que es generada por la codensación.
Es tal el cariño que tiene David a su trasdecantia que ha llegado a decir que cuando él ya no este su hijo debe continúar manteniendola.