Lo que hace un mes desvelaron un par de cazatesoros, hoy se ha convertido en realidad. Esto luego que el gobierno de Polonia corroborara la existencia de un tren blindado enterrado a más de 100 metros de profundidad en las montañas de Walbrzych.
El tren que habría pertenecido a los nazis, tendría en su interior 300 toneladas de oro, joyas y antiguas reliquias saqueadas por el ejército alemán durante la segunda guerra mundial, entre las cuales podría estar la desaparecida octava maravilla del mundo, los accesorios de la Sala de Ámbar de Federico I de Prusia.
Hasta el momento, el gobierno polaco ha podido corroborar con imágenes de un georradar la presencia de un convoy bajo tierra, que podría estar en un tramo de cuatro kilómetros entre las ciudades de Wroclaw y Walbrzych.
El ministerio de Cultura de ese país indicó que "por el momento no se puede verificar su contenido (...) no sabemos lo que hay dentro del tren, probablemente equipo militar, pero también es posible que contenga joyas, obras de arte y documentos de archivo", agregando que, "el hecho que esté blindado indica que puede contener una carga especial".