Guido Coppa, el marketing manager de la filial chilena de la empresa Altiuz, nunca se imaginó que su idea fuera a tener una repercusión mundial. Ni tampoco que siguiera llamando la atención un año después de implantarla. Ni que haya conseguido cambiar el estilo de vida de muchos compañeros.
La tendencia que comienza a tomar fuerza en otras partes de Chile y el mundo, nació de una decisión trascendental. Hace un año, Coppa presentó a la gerencia de su empresa el proyecto por el que se pagaba a los trabajadores que fueran a pie o en bicicleta a trabajar. $150 por kilómetro. “Considerando que la distancia promedio de los empleados es de 4km o 5km, hace el valor de $600 de ida y $600 de vuelta, aproximadamente como el billete de micro o metro”, explica el promotor de la iniciativa.
“La noticia tuvo cobertura en otras partes del mundo”, recuerda aún sorprendido. “Nos llamaron medios de España, Ecuador, Argentina. Además, casi 10 empresas del país se interesaron por conocer cómo lo habíamos implantado; e incluso nos contactó el Ministerio de Transportes”.
Su meta principal era, simple y llanamente, motivar a sus más de 50 compañeros a cambiar su estilo de vida demasiado sedentario, ya que por el tipo de trabajo “pasamos mucho tiempo sentados frente al computador”. Y a juzgar por los datos, logró ese objetivo. De los 6 que dejaban a un lado los vehículos y transporte público, crecieron a casi 30 personas diarias.
De hecho, “hay quien hasta se compró una bicicleta para venir al trabajo”, cuenta por teléfono a 24horas.cl Coppa. Recuerda, también, al compañero que va a trabajar desde Recoleta hasta el Costanera, donde tienen la oficina, “hace cada día 10,2km ida y 10,2km vuelta”.
Además, se consiguió cambiar el clima laboral. Ahora “algunos suben el cerro después del trabajo y todos los domingos a las 9:00 horas nos juntamos” a los pies del Cerro San Cristóbal.
Pero Guido Coppa quiere ir más allá. “Lo ideal es que se convierta en un hábito y que, si se deja de dar el beneficio, se siga viniendo en bicicleta o caminando”; un ideal que ve posible, aunque por el momento trabajan en cambiar el tipo de beneficio: canjear los kilómetros por días libres.
MODELO FRANCÉS
El chileno se inspiró en una iniciativa francesa impulsada desde el Ministerio de Ecología, Desarrollo Sustentable y Energía; la que bebía, a su vez, de una iniciativa belga por la que se pagaba 0,22 euros por cada kilómetro recorrido en bicicleta.
En junio del año 2014, el Ministerio galo impulsó y financió un experimento para las 18 empresas que quisieron voluntariamente sumarse. Se pagaba 0,25 euros al mes por cada kilómetro diario en trayecto laboral, con un tope de 40 euros al mes.
En apenas cinco meses, los franceses consiguieron duplicar el número de personas que va al trabajo en bicicleta, además de incrementar el número de kilómetros recorridos y expandir los pedales como alternativa de ocio. Tanto el organismo público, como las corporaciones y los usurarios quedaron satisfechos, por lo que la medida se incorporó en un Proyecto de Ley sobre transición energética que se tramita en el Parlamento francés.
OTRAS INICIATIVAS EN CHILE
A Guido Coppa le encantaría que las autoridades chilenas imitaran a las galas. “Aún queda mucho por hacer” para mejorar las condiciones de los ciclistas, aunque reconoce que se están dando pasos, tanto desde los estamentos públicos, como algunos privados.
En este sentido, otra compañía que apuesta por un modelo de vida saludable es el Grupo Inmobiliario Ralei, pero hacia sus clientes. Desde hace varios años, incorpora un nuevo servicio para los futuros residentes de sus edificios: bicicletas que los inquilinos pueden usar de manera gratuita por un máximo de 12 horas al día.
Actualmente tienen cinco proyectos con este servicio, todos ellos en Santiago, en las comunas de Ñuñoa, Las Condes e Independencia, pero, según información de la empresa, la idea es que todos sus proyectos incorporen este servicio en el futuro.
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