El Día de los Enamorados ya está aquí y aunque para muchos es un símbolo de romance, regalos y conquista, para los que están solos es un recordatorio de la poca suerte que han tenido para encontrar pareja.
“El Día de los Enamorados, querámoslo o no, tiene esa particularidad desconcertante que pareciera establecer un muro invisible que aparta, y casi rechaza, a quienes no cuentan con las credenciales para festejar un romance”, explica María Cristina Vásconez, coach que encabeza una serie de talleres para solteras a lo largo del año.
“De golpe y porrazo, la fecha surge como un tumor para crear una diferenciación antipática, una discriminación entre los amados y aquellos que no han sido bendecidos ‘aún’ para celebrar la dicha del amor” , sigue la experta.
El problema radica en que las caricaturas románticas y toda la literatura amorosa invitan a depositar las fantasías en un otro, entendiendo que con el hecho de caminar tomados de la mano, estén ejerciendo cabalmente la práctica del amor.
Sin embargo, la experta señala que es posible cambiar el foco, ya que el día de San Valentín no necesariamente debe estar asociado a un romance.
“Perfectamente se podría invocar a la persona más importante de tu vida, aquella por donde todo empieza, con la que sin duda vas a terminar tus días: Tú”, comenta.
Para ello, hay tres consejos clave que ayudarán a sobrellevar este 14 de febrero y convertirlo en una oportunidad:
1.- Cambia tu lenguaje personal: ofrécete palabras cariñosas. Observa tus cualidades y destácalas. Puedes hacerlo de manera espontánea o, incluso, llegar a lo más tangible, escribiéndolas a tu alrededor. Evita las frases negativas como el “estoy sola”, y reemplázalas por otras más positivas, repitiéndolas. Por ejemplo, “merezco ser muy querida”.
2.-Toma conciencia de tus emociones. A veces involucra hacer un esfuerzo, pero hay que llenarse de aquellas emociones que hacen bien e iluminan. No vuelvas a victimizarte, no te compares, concéntrate en tu capacidad de agradecer y festejar todos tus dones.
3.- Usa tus sentidos y explótalos. Desde envolverte con olores, sabores y sensaciones agradables hasta ofrecerte todo el cuidado que te mereces, porque lo corporal también es importante. Caminar, erguida y sonriente te hará sentir la dueña de tu propio mundo.
“En vez de seguir instalada en un lugar de menoscabo y victimización, dale vuelta a la circunstancia y hazla tuya de una manera positiva, como un hito que marca un antes y después en ti", finaliza Vásconez.