Sabido es que las religiones tienen diferentes posiciones a la hora de hablar de la vida y la muerte. La filosofía, también, no se queda atrás y en sus eternos debates del cuerpo-alma nunca ha podido lograrse consenso para definir tales conceptos.
Sin embargo, un ruso asegura haber dado con evidencia real de cómo el alma abandona el cuerpo cuando una persona fallece.
Con una cámara bioelectrográfica, Konstantin Korotkov logró fotografía a una persona en el instante de su muerte.
La imagen fue tomada a través del método de visualización de descarga de gas (Gas Discharge Visualization), una técnica avanzada de fotografía de Kirlian, muestra en azul la fuerza vital de la persona gradualmente dejando el cuerpo.
Según Korotkov, el ombligo y la cabeza son las partes que primero pierden su fuerza vital (lo que sería el alma) y la zona de la ingle y el corazón las últimas zonas donde permanece el espíritu antes de navegar por la fantasmagoria del infinito.
El momento de la desencarnación astral en el que el espíritu deja el cuerpo ha sido capturado por el científico ruso Konstantin Korotkov, que fotografió a una persona en el momento de su muerte con una cámara bioelectrographic.
La imagen tomada mediante el método de visualización de descarga de gas, una técnica avanzada de fotografía Kirlian muestra en azul la fuerza vital de la persona de abandonar el cuerpo poco a poco.
Según Korotkov, el ombligo y la cabeza son las partes que primero pierden su fuerza vital (lo que sería el alma) y la ingle y el corazón son las últimas áreas donde el espíritu antes de navegar por la fantasmagoría de lo infinito.
En otros casos, según Korotkov ha señalado que "el alma" de las personas que sufren una muerte violenta e inesperada por lo general se manifiesta un estado de confusión en su configuración de energía y regresar al cuerpo en los días siguientes a la muerte. Esto podría ser debido a un excedente de energía no utilizada.
La técnica desarrollada por Korotkov, quien es director del Instituto de Investigación de la Cultura Física, San Petersburgo, está avalada como una tecnología médica por el Ministerio de Salud de Rusia y es utilizado por más de 300 médicos en el mundo por el estrés y el seguimiento de los avances de los pacientes tratados por enfermedades como el cáncer.