Las lesiones o accidentes en niños de entre 0 y 5 años aumentaron en Estados Unidos un 10% entre 2005 y 2012, según un estudio de la universidad de Yale. La principal causa de este aumento es la distracción de sus cuidadores.
Otra investigación de EBG Technology concluyó que el 54% de los niños encuestados en varios países piensa que los padres usan los dispositivos electrónicos con excesiva frecuencia y un 32% se siente insignificantes frente a unos padres hiperconectados.
Son datos cuantitativos que demuestran cómo la adición de los padres a la tecnología puede generar consecuencias negativas en el desarrollo del niño y provocar la sensación en el menor de que "el celular es más importante que yo".
Pero existen otros motivos más difíciles de medir para ponernos límites en la tecnología, pues estar constantemente "enganchados" podría mermar la confianza y dañar la comunicación entre padres e hijos.
Además, los psicólogos advierten que usar la tecnología para calmar al niño es no entender el verdadero problema. Y recuerdan que los niños aprenden por el ejemplo. Entonces, si usted no se autorregula su tiempo frente a una pantalla, ¿cree que su hijo será capaz de hacerlo?