La tibia y apacible noche antofagastina se vio revolucionada con la llegada de Luis Miguel. No se le vio ni la punta de la nariz al sol de México, sólo a las camionetas que los trasladaban, carabineros y guardias privados custodiaron su arribo.
Hace 13 años que el azteca no pisa tierras antofagastinas, por eso los detalles del escenario en las Ruinas de Huanchaca se revisaban a fondo. Los más de 60 técnicos del artista planean hasta el último detalle.
Detrás de una pantalla gigante con proyecciones de su extensa carrera comienza el show del mexicano. Un escenario que mide 12 metros de altura. Serán 3 horas de concierto.
Los clásicos del cantante dan vida a este concierto, se da tiempo para saludar a algunas fans e incluso tiene rosas en el escenario para conquistarlas. Luis Miguel ofrecerán 6 recitales en suelo nacional, y cierra la gira el 6 de noviembre en Concepción, ciudad que conocerá por primera vez.
Es el regreso del azteca a Chile, celebrando sus 30 años de carrera y cobrando 600 mil dólares por show.