Las nuevas tecnologías cada vez se instalan más en al vida cotidiana de las personas.
Con ello, los propios ritos o actividades que la gente realiza día a día, de alguna manera, han sido modificados.
Así, por ejemplo, basta con realizar un vistazo a nuestro al rededor y veremos a gente más preocupada de las pantallas que de su alrededor, aunque estén acompañados de alguien.
La psicóloga Mertxe Pasamontes afirmó a ABC.es que hoy en día a la gente "le cuesta no echar un vistazo al móvil por si ha pasado algo".
Para los expertos esta tendencia se debe a la gran preponderancia que están teniendo los teléfonos inteligentes, debido a lo multi uso que pueden llegar a ser.
Sin embargo, la mensajería instantánea pareciera ser el punto de inflexión que afecta la vida cotidiana de la gente.
Un uso normal de estas redes sociales, en teoría no alteraría la vida de un ciudadano común.
No obstante, el exceso de WhatsApp "puede provocar alteraciones en la comunicación y otros efectos como la sensación de exclusión social cuando, por ejemplo, no te incorporan en un grupo", explicó el catedrático de Psicología de la Universidad del País Vasco, Enrique Echeburúa.
Echeburúa agregó que aplicaciones como WhatsApp pueden llegar incluso a "sustituir la actual forma de hablar y empobrecer la comunicación de una persona".
Fuente: ABC.es