El verano europeo no sólo está siendo duro para sus habitantes, sino que también para los automóviles.
Esto porque un turista británico grabó el momento en el que un auto estacionado en la ciudad de Caorle (provincia de Venecia) se derretía por los 37 grados que marcaban los termómetros.
El Renault Megane sufre las consecuencias de las altas temperaturas y como se observa en el video subido a Youtube por John Westbrook, el exterior, los espejos retrovisores, el parachoque y otros materiales de plástico se derriten, cayendo al piso.
Revisa el video completo: