La muestra de fidelidad canina a toda prueba de un perro argentino llamado Capitán ha trascendido las fronteras por la conmovedora e increíble historia que encierra. La mascota vive en el cementerio desde que murió su amo en 2006 y nadie sabe cómo llegó hasta ahí.
Es un perro mestizo, mitad pastor alemán, que llegó a la casa de Miguel Guzmán y Verónica Moreno como un regalo para su hijo Damián, ubicada en la localidad de Villa Carlos Paz.
La emocionante historia comenzó el 24 de marzo de 2006, cuando Miguel murió. Luego del fallecimiento Capitán desapareció y nadie supo más de él en su casa.
Un día, la viuda y el hijo fueron al cementerio y, para sorpresa de ambos, el perro estaba ahí vigilando la tumba de su amo, y fue imposible llevarlo de vuelta a casa; tenía una razón para estar ahí, es que extrañaba demasiado a su dueño, ya que lo esperó cada día en casa luego del fallecimiento, pero el hombre nunca llegó, por lo que el can decidió salir a buscarlo.
Lo más sorprende es que, como recoge el diario argentino La Voz, Miguel murió en un hospital y su cuerpo fue trasladado desde ahí hasta una casa velatoria, muy lejos de su vivienda. Nadie sabe cómo llegó al cementerio y cómo dio con la tumba de amo.
"Cuando volvimos a visitar la tumba de Miguel el perro estaba ahí. Esa vez nos siguió, en el regreso, porque habíamos ido caminando. Se quedó un rato con nosotros en casa pero después volvió al cementerio”, relata Verónica al periódico cordobés.
El cementerio es hasta hoy -6 años después de la muerte de su amo- el único hogar de Capitán.
Fotos: La Voz