Pequeña Meysi bien vale por su nombre y más aún por su tamaño. Diminuto como pocos causa sensación por su simpatía, movimientos y claro, por su tamaño.
A pesar de no tener el título oficial, Meysi podría ser considerado el perro más chico del mundo. Aunque parezca sorprendente, este diminuto can supera por un par de centímetros un esmalte de uñas y si lo comparamos con una lata de bebidas, tomamos consciencia de la realidad de este fenómeno.
Este diminuto perro de la raza Terrier tiene tres meses de edad y al momento de su nacimiento alcanzó a pesar cerca de 44 gramos y a sus 90 días de vida llega a penas a los 92.
A pesar de su sorprendente tamaño, veterinarios de Polonia afirman que este cachorro no podrá crecer mucho más y que así permanecerá el resto de su vida.
La dueña del cachorro, Anna Pohl, pensó que su mascota no sobreviviría y que realizó importantes esfuerzos para conseguir que Meysi se mantenga con vida.
"Lo peor eran las primeras seis semanas. Le daba de comer día y noche, cada media hora. A veces me quedaba sin fuerzas y tenía que llamar al trabajo para no ir", dijo Pohl.
Para poder ingresar al Libro de Récord Guinnes, el cachorrito deberá tener al menos un años y así poder superar a la actual monarca de esta categoría, la chihuahua Haven Sent Brandy que mide 15 centímetros desde la nariz hasta la punta de su cola.