Jimmy Kimmel no sólo es uno de los animadores más exitosos de la televisión estadounidense. También se está haciendo un nombre por su gusto por las bromas televisivas, y la última dejó muy mal parados a decenas de niños.
Con ocasión de Halloween solicitó a sus televidentes que dijeran a sus hijos que "alguien" se habían comido todos los dulces que habían recolectado.
Luego, debían subir los videos a Youtube con el título "Hey Jimmy Kimmel, le dije a mis hijo que me comí todos sus dulces de Halloween". Una selección posterior mostraría en la pantalla las mejores reacciones de los pequeños.
Este es el tercer año que realizan, y el conductor asegura que recibieron "una avalancha de videos".
Las reacciones son increíbles, desde el llanto desesperado, la angustia, el pataleo, pasando directamente por el odio.