Fue a principios de diciembre pasado cuando un peculiar mono con abrigo se paseaba por las calles de Toronto. Estaba perdido y se había escapado de su dueña, Yasmin Nakhuda, para quien es prácticamente como un hijo.
El caso causó revuelo y Darwin, como es conocido, fue capturado y actualmente vive en un centro especial para los de su especie.
Sin embargo, Nahkuda, "su madre", se ha esmerado en tratar de recuperarlo acudiendo a la justicia canadiense y se ha topado con un gran problema: en Toronto es ilegal adoptar a monos como mascotas.
Ha intentado de todo en dos ocasiones ante tribunales, pero sin ningún efecto, aún alegando que incluso se lavan los dientes juntos.
Su última instancia fue este jueves 30 de mayo para convencer a la corte que es apta para cuidar de Darwin aún obviando la norma que le prohíbe tenerlo.
"Ella ofreció relocalizar a sus mascotas, incluyendo a Darwin en un nueva casa muy hermosa con una enorme granja", señaló Christina Sobolak, amiga de Nahkuda.
Ahora dependerá de la justicia canadiense resolver este curioso caso.