Walt Disney produjo y logró muchos éxitos en el siglo XX con las películas de "Blanca Nieves y los siete enanitos", "La Cenicienta", "La Bella durmiente", entre tantas otras historias que recogió de los cuentos medievales de los hermanos Grimm.
Sin embargo, estas historias tenían finales que no encajaban con todo el universo Disney (la mayoría de ellos la muerte o daño físicos a los antagonistas era el clímax de la historia) y el propio caricaturista decidió eliminarlos para así quedarse con las versiones que reescribió el francés Charles Perrault que se acerca más a lo que todos conocemos.
Según publica en un artículo el portal hispano ABC.es, la obra de los hermanos Grimm muestra toda la crudeza y maldad que había en los castigos durante la Edad Media, período en el cual se desarrollaban la mayoría de estas historias.
Un claro ejemplo de ello fue el final que se ocultó de la versión original de Blanca Nieves, en donde la malvada bruja es obligada a bailar con zapatos de hierro ardiendo al rojo vivo hasta que cae muerta.
Pero si nos enfocamos en La Cenicienta, los hermanos Grimm ilustraron a una joven doncella que pierde a su madre y sufre bajo la tiranía y rigor de su madrastra y hermanastras quienes tenían el "corazón muy duro y cruel".
En esta versión, el baile en donde conoce a su "amor eterno" duró tres noches en las cuales siempre se escapaba sin dar su identidad. En la última jornada del baile, el príncipe decidió poner pegamento en el piso y fue por este motivo que su zapato quedó tirado mientras escapaba.
Según publica ABC, "cuando el príncipe llega a la casa de Cenicienta, pide al padre que le traiga a sus hijas. La hermanastra mayor se prueba el zapato, pero como no le entra la madre le dice que se corte dos dedos del pie para que el zapato encaje".
Como todo estaba aparentemente bien, el príncipe se marcha con la joven al palacio, quien no puede contener el dolor por haberse amputado dos dedos de su pié.
Pero gracias a la intervención de dos palomas, el príncipe se entera que la malvada hermanastra sangra sin parar por las profundas heridas que se hizo. El protagonista decide volver a casa y prueba el zapato a la otra hermana que decidió cortarse el talón para pode ponérselo. Sin embargo, nuevamente las palomas delataron a la usurpadora.
Finalmente, el relato de los hermanos Grimm tiene el final feliz que todos conocemos, que es cuando el príncipe le pone el zapato a Cenicienta. Sin embargo, las hermanas sufren con todo el rigor de la venganza típica de la época medieval.
"Cuando el príncipe y su novia entraron en la iglesia, la hermana mayor caminó a su diestra, y la menor a la izquierda de la pareja, y entonces las palomas salieron volando de los hombros de Cenicienta y picotearon un ojo de cada una de las hermanas, hasta arrancárselos".
Pero esto no fue todo, porque hubo un segundo ataque que dejó ciegas a sus hermanastras en plena ceremonia en la iglesia. Una versión que está muy lejos del final que marcó la cinta de Walt Disney, pero que siempre ha existido, desde la publicación hecha en el año 1819.
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