Cody Wray y su familia en Florida, Estados Unidos, habían pasado algunas noches escuchando "aterradores" ruidos en el primer piso de su casa.
Para descubrir de dónde provenían, decidió poner una cámara de seguridad en el living. Al revisarla se llevó una tremenda sorpresa.
Su pequeño hijo Dylan corría por toda la sala, saltaba en los sillones, se daba volteretas, encendía las luces y luego las apagaba.
Según contó Wray en su cuenta de Facebook, él y su esposa le tienen prohibido saltar en los sillones. Ésta habría sido la principal motivación de Dylan para despertar en medio de la noche y hacer las travesuras que no puede hacer a plena luz del día.