Hay muchas cosas que se podrían hacer y comprar con 1,5 millones de dólares (unos 725 millones de pesos) en el bolsillo.
Pero lo más probable es que no se nos ocurriera gastarlos en la compra de un perro.
Se trata de Big Splash, un mastín rojo tibetano de once meses de vida y 80 kilos de peso, que se ha convertido en el can más caro del mundo tras haber sido valorado en esta formidable suma.
Su elevado costo se debe, entre otras cosas, a que es una de las razas más antiguas del mundo y a que en China es considerado un animal sagrado. Se cree que el mastín rojo tibetano garantiza a su amo salud y prosperidad, aunque para empezar su nuevo dueño deberá restar de su cuenta corriente un millón y medio de dólares. Casi nada.