A pesar de que los gatos y los perros históricamente han sido vistos como enemigos naturales, siempre existen excepciones.
Este es el caso de "Rory", un gato que consumió veneno para ratas de forma accidental, lo cual le generó una verdadera carrera contra el tiempo para no perder la vida.
Debido a la graverdad de la situación, su dueño, Kim Edwars lo trasladó a la consulta veterinaria de Kate Heller, quien le indicó que Rory debía recibir rápidamente una transfusión de sangre, por lo que necesitaba un donante que tuviera el mismo grupo sanguíneo (A, B o AB).
Para infortunio del felino, el laboratorio de análisis se encontraba cerrado, y su dueño no conocía el tiempo de sangre de su gato, por lo que en esas condiciones se hacía complejo operarlo. Luego de unos minutos, Kim Edwards llamó a su amiga Michelle Whitmore, quien ofreció a su perrita Macy de 18 meses de vida, como donante.
Fue entonces cuando la doctora Heller, decidió correr el riesgo y realizó la intervención con sangre de perro. “Si no lo hacíamos habría muerto, así que no teníamos nada que perder al darle una oportunidad. Fue de vida o muerte ", dijo la veterinaria a los medios locales.
El procedimiento fue tan exitoso que una hora después el gato estaba ronroneando y comiendo de un plato de galletas, afirmó Daily Mail.
A continuación, puedes revisar el video que muestra a Rory y Macy antes de la exitosa intervención: