Un hombre en estado de ebriedad terminó estropeando un festival en Holanda.
La jornada en la localidad de Raalte se desarrollaba de manera normal, hasta que el sujeto se subió al escenario para intervenir en el acto.
Como no logró su objetivo, se tranzó a golpes con un miembro de la seguridad, quien previamente le pidió en buenos términos que se bajara.
Entre el forcejeo parte de la escenografía se vino abajo, así como el tranquilo ambiente que había hasta ese momento.