Un joven británico sorprende en redes sociales con su increíble cambio corporal y también por asegurar que logró mejorar su estado de salud comiendo pizza.
Se trata de Duncan Ogilvie, de 19 años, que decidió hacer un cambio en sus hábitos luego de darse cuenta de que su torso no podía entrar en una polera talla XXL.
Duncan es originario de Exeter, una ciudad al oeste de Inglaterra, y cuando comenzó su lucha contra el sobrepeso su balanza marcaba 114 kilogramos.
Tras un par de años de ejercicio y una dieta más sana, hoy luce irreconocible y pesa 66 kilos.
De acuerdo a lo que cuenta al medio británico Daily Mail, Duncan reemplazó sus hábitos de comida chatarra y videojuegos por una dieta más balanceada, aunque asegura que no dejó la pizza.
Además, decidió inscribirse en un gimnasio. Allí encontró información sobre cómo mejorar su capacidad deportiva y conoció a una persona que le introdujo en el mundo del rugby.
"El entrenamiento fue duro, pero me encontré no sólo mejor en los deportes, sino que también con más confianza", explica, a la vez que asegura que no hizo ninguna dieta estricta.
Cuando comía en un restaurante, o pizza, el resto del día se alimentaba sanamente. Eventualmente comenzó a ordenar alimento para deportistas, para así evitar calcular la cantidad de grasa y compuestos de cada comida.
Duncan pasó a jugar ese deporte cinco días a la semana en una academia local. Sin embargo, una lesión en un tendón de su muslo torció su camino.
"Estaba devastado, pero no quería volver a mis antiguos hábitos y seguí yendo al gimnasio", relata.
Así fue como Ogilvie decidió comenzar una rutina de pesas, la que le permitió llegar a su peso actual.
"Es difícil creer que hace menos de tres años atrás estaba comiendo comida chatarra todos los días y sentado en el sofá sintiéndome miserable", expresa.
"Hoy soy más feliz y más sano que antes", finaliza.
Fotos: Duncan Ogilvie.