"Seguir con la medicación era egoísta y quitársela era cruel. Decidí darle un último día de mimos, como la reina que siempre ha sido; y dejar que se vaya allí donde no haya dolor, ni convulsiones, ni gemidos en la noche".
Así relata Hannah la motivación para que ayudara a su perrita, mascota que la acompañó por años, a dejar de sufrir, pero no sin antes darle un día completo de amor.
Todo comenzó meses atrás cuando la labradora comenzó con convulsiones. Luego de esto y el diagnóstico poco favorable de los veterinarios, la dueña decidió relatar paso a paso el proceso de su sacrificio en su cuenta de Snapchat, lo que significó momentos de amor, pena y consuelo para sus seguidores, los que entendieron el proceso y le dieron aliento:
"No sé si lo sabe, pero sé que está cansada. Confía en mí para tomar una decisión, no importa lo dura que pueda ser", dicen los mensajes que Hannah publicó en su cuenta.
"Las escaleras son duras, las colinas se convierten en montañas, las pastillas no funcionan. Si tengo que tomar esa decisión, haré que su último día sea el mejor. Aromaterapia para relajarse y para tener un perfume increíble", es parte de la descripción de algunas imágenes.
"Una pequeña marca de belleza. Disfrutando del aire fresco. Es mi hermosa viejecita. Llegando a la clínica veterinaria en el regazo de mamá".
La última fotografía muestra el momento en que la perrita recibe la inyección que la hará dormir. Momento en que estuvo acompañada de Hannah tras un hermoso día de despedida.