Muchas veces sentimos temor por relacionarnos con ciertos animales considerados salvajes, pero que pueden llegar a ser más amigables de lo que pensamos.
Esto lo demostró una mujer que tras dos meses de ausencia, se reencontró con cuatro lobos en el zoológico polar de Salangsdalen, Noruega.
Lengüetazos, y casi una especie de amistosa "camotera" fue la que recibió esta mujer que sin manifestar temor, disfrutó de esos animales convertidos en "tiernos perritos".
Revisa la curiosa escena en el siguiente video: