Un niño de 10 años salió disparado de un tobogán de agua de un parque acuático en California, Estados Unidos. Con la velocidad a la cual iba el menor se salió del carril, cayó al suelo y terminó herido.
Debido al accidente, el parque cerró para reevaluar su seguridad, siendo que llevaba solo un día abierto y costó 43 millones de dólares. La atracción en cual se produjo el incidente tiene por nombre "Emeral Plunge", que en castellano se traduce a "Zambullida Esmeralda", un tobogán que cuenta con tres pisos de altura.
Debido al golpe que recibió el niño tras salirse del tobogán, sus padres lo llevaron a un hospital cercano, aunque no tuvo lesiones de gravedad.
Desde el parque de diversiones insinuaron que el niño podría no haber seguido correctamente las instrucciones de uso del tobogán, que es cruzar los brazos y las piernas en la caída.