Para nadie es un misterio que los perros son fanáticos de jugar y jugar hasta quedar rendidos de tanto correr por todos lados.
Esto es más fuerte cuando solo se trata de cachorros que quieren entretenerse para poder pasar los días y así hacer más divertida su estadía en una casa o en medio del parque.
Pero lo que siempre ha sido un misterio para los humanos, pero un verdadero juego para ellos, es ese afán de querer ladrar e intimidar a cosas que no se mueven.
Ya sea palos, sillas, cajas e incluso una cuna, cualquiera de estos elementos sirven para que una tarde, un momento o un día completo sea de máxima felicidad.