Un hombre quiso poner a prueba su capacidad para equilibrarse desde una gran altura.
Para ello decidió realizar la maniobra conocida como la invertida en la azotea de un rascacielos.
Su temeraria acción tuvo frutos, puesto que, pese a desestabilizarse en el descenso, logró completar el proceso después de estar algunos segundos boca abajo cara a cara con el vacío.
Revisa a continuación el registro del momento: