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¿Sabías que los gatos sólo maúllan a los humanos?

Especialista nos cuenta por qué los felinos emiten estos sonidos.

24Horas.cl Tvn

Miércoles 27 de abril de 2016

Para asombro de muchos, el maullido propiamente dicho, no forma parte de la comunicación natural entre los gatos. Para decirlo de otra manera, los gatos no maúllan entre ellos, sino que utilizan otros sonidos. Así pues, los gatos sólo maúllan con las personas, por lo que es un “invento” de la domesticación que, salvo en contadísimas excepciones, sólo son utilizados por los gatos para comunicarse con nosotros.

El maullido no es la única forma en que estos felinos nos “hablan”, sino que también nos pueden ronronear, bufar, gruñir e incluso lanzarnos llamadas sexuales, pero todo esto forma parte de su vocabulario que, por muchas circunstancias, emplean con las personas. Sin embargo, para saber qué es exactamente el maullido y por qué nos lo dedican con tanta generosidad, conviene aclarar antes algunos conceptos.

Los primeros sonidos

A base de palabras, el ser humano puede insultar, adular, amenazar, seducir… En los animales, carentes de vocabulario, el tono o la frecuencia del sonido ya avisa de las intenciones del que lo emite. Un tono grave, ronco (el gruñido de un perro, por ejemplo) resulta amenazador, mientras que un tono agudo “pide” protección. El llanto de los bebés y las llamadas de los cachorros responden al mismo patrón: el del desvalido que necesita ayuda.

“La llamada por frío es la más aguda, aunque se va igualando con las otras cuando sobre las 4 semanas de vida va siendo capaz de termorregularse. Por el contrario, la llamada de encierro es la más grave (en cuanto a su tono), mientras que la de soledad es la más larga. Por supuesto, la madre distingue perfectamente cada una de ellas y responde a sus cachorros con un tono similar”, comenta Viviana Estadella, Médico Veterinaria de Royal Canin.

El ronroneo es igual en todas las épocas de la vida del gato, tanto adulto como cachorro, no se modifica. Pero el maullido como tal no existe en los más pequeños. Así como desaparece la llamada infantil cuando, sobre el mes de edad, dejan de depender de la madre, el maullido aparecerá poco después, a partir de los 3 meses. Podemos decir, entonces, que es la evolución y la utilización de un sonido infantil.

Infantilizados, pero muy listos

 

Así pues, ¿los gatos adultos siguen siendo cachorros? hasta cierto punto, sí. Es el fenómeno de la “neotenización” o, lo que es igual, la persistencia de caracteres físicos y conductas infantiles, aspecto que va ligado a la domesticación, lo que permite manejar a animales (vacas, caballos, ovejas, perros, etc.) que de otra forma serían ingobernables.

Al convertir a los gatos salvajes en pacíficas mascotas se ha conservado, entre otras conductas que hacían cuando eran cachorros, una versión corregida y mejorada de aquellas llamadas de socorro: el maullido.

Pero, ¿qué quieren los gatos cuando maúllan? “Se dirigen a nosotros y no a otros gatos porque quieren que les hagamos caso y conseguir cosas. Pretenden captar nuestra atención y, una vez captada, obtener comida, juego, caricias, o que les abramos la puerta, y son tan listos que aprenden rápidamente maullidos especiales para cada cosa”, indica la especialista.

Por nuestra parte, al convivir con un gato aprendemos en seguida, como todo dueño de gatos sabe, qué quieren exactamente con cada maullido. Asimismo, una vez que aprenden no hay forma de callarles: los gatos pueden estar maullando a un ritmo de dos maullidos por minuto durante dos horas o más… Así, ¿quién se va a negar a lo que pidan?

Es asombroso, pero los gatos han conseguido de casualidad, y sin ser el suyo, conectar con nuestro medio de comunicación favorito (el verbal) y, literalmente, adiestrarnos para que les hagamos caso.