Luego que esta semana se registrara en el centro de Santiago la temperatura más alta para un mes de diciembre en 101 años los especialistas advierten que la tendencia hace prever que el calor podría elevarse en dos grados este verano, en promedio.
Es en este escenario que el vestir puede ser un problema a la hora de salir a la calle: ¿es mejor vestir ropa blanca o negra ante el calor?
La jefa del Laboratorio de Investigación y Control de Calidad de Textiles y Cueros (LICTEX) de la Universidad de Santiago, Grace Flores, nos ayuda a conocer la respuesta y nos da una que rompe el mito: La ropa negra u oscura es mejor que las prendas blancas o claras a la hora de sortear el calor.
“El negro, por definición, absorbe todos los rayos del espectro solar”, explica la ingeniera textil. “Sin embargo, como prenda de vestir, eso mismo se replica desde el cuerpo hacia el textil. Es decir, si uno tiene calor, la tela negra va absorber esta energía y la va a repeler hacia el exterior”, sostiene.
“Al transmitirlo hacia afuera, ya no lo tienes en tu cuerpo”, precisa la investigadora del plantel estatal. “Si se suma y resta, lo más probable es que uno esté más cómodo con un color oscuro o negro que un color claro o blanco”, agrega.
Esto, continúa Flores, ya que el blanco “si bien refleja como un espejo los rayos solares desde el exterior, también hace rebotar lo que el cuerpo transmite hacia el interior”. Es decir, al devolver la temperatura corporal hacia la persona, aumenta la sensación de calor.
Sin embargo, la ingeniera especifica que las prendas oscuras son más frescas que las de color claro solo cuando las vestimentas son de la misma condición. “Es decir, que en ambos casos sean telas livianas. Si es gruesa, aunque sea oscura o clara, igual producirá calor porque genera una película que impedirá que la temperatura corporal salga hacia el exterior”, señala.
Al referirse a telas livianas, la especialista se refiere a “algodón liviano, lino liviano, seda liviana, microfibra” y, en general, a aquellas de alrededor de 100 gramos por metro cuadrado. “Una prenda de camisa pesa alrededor de 110”, ejemplifica.
De todas alternativas, la experta sostiene que la alternativa más económica es la microfibra. “Uno puede encontrar microfibra asequible. No con la tecnología y el tejido de algunas marcas, pero podemos encontrar petos y vestidos confeccionados con este componente”, indica.
Finalmente, Flores sostiene que también existen otras opciones, pero que se presentan con menor masividad en Chile, como la lana fina o el bambú. Respecto a este último, si bien reconoce que es “un poco más caro, vale la pena”.