El Observatorio Global de la Salud de la OMS, revela que Chile es uno de los países con mayores índices de obesidad de la región. La mala alimentación, escasos hábitos de vida saludable y falta de ejercicio, son algunas de las razones.
En este contexto, son muchas las personas que prefieren utilizar medicamentos que disminuyan el apetito, con la esperanza de poder bajar de peso rápidamente y sin sacrificios, especialmente en épocas previas al verano.
Según datos del Instituto de Salud Pública (ISP), en los últimos cuatro años han aumentado en más de un 300% la venta de Fentermina, Orlistat y Fenproporex, medicamentos para el tratamiento de la obesidad.
“En general, las personas prefieren utilizar medicamentos del tipo anorexígenos u otros que les ayuden a bajar de peso; con la esperanza de que les quiten el apetito o quemen calorías; y muchas veces mantener sus hábitos sedentarios y alimentación inadecuada. Es más fácil recurrir a este tipo de medicamentos que hacer un esfuerzo por modificar costumbres ya instaladas”, reflexiona Fernando Torres, director de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad Andrés Bello.
RIESGOS
Respecto a los efectos secundarios que podría generar la automedicación, el químico farmacéutico explica que “si bien todos los medicamentos fueron diseñados para curar, tratar y prevenir enfermedades, pueden ser dañinos para la salud si no son administrados en las dosis adecuadas e indicados por un médico especialista”.
El especialista alerta que “uno de los grandes problemas observado en el uso de estos medicamentos, es que son recomendados por personas que no son médicos (amigos, vecinos, familiares, etc.), incluso los compran en ferias libres o a través de internet”, dice el académico de la UNAB y también toxicólogo.
Estos medicamentos pueden generar efectos secundarios como aumento de la presión arterial, hipertensión pulmonar y accidentes cerebrovasculares, entre otros.
“Es peligroso que sean utilizados por personas que padezcan patologías cardiacas como, por ejemplo, hipertensión arterial, también alteraciones metabólicas o endocrinas, menores de edad”, detalla el experto.
Entre los fármacos que más han aumentado su venta en el último tiempo está la Fentermina, un anorexígeno inhibidor del apetito. “Este medicamento se indica a personas que sufren de sobrepeso u obesidad, pese a que han seguido un régimen bajo en calorías y realizan ejercicios, y no han tenido éxito. Debe ser indicado por un médico especialista, previa evaluación física, descartando la presencia de resistencia a la insulina, alteraciones de la tiroides o problemas cardiaco; y debe acompañarse de dieta hipocalórica y ejercicio”, subraya Torres.
Es importante destacar que incluso los productos naturales que se utilizan para bajar de peso, que se venden en farmacias y otros establecimientos, tienen un riesgo asociado, advierte el profesional.
“Estos productos también pueden producir efectos secundarios o interacciones con medicamentos, causando un efecto nocivo para la salud. Es por ello que antes de utilizarlos también debe consultar con su médico o químico farmacéutico”, advierte Torres.
Foto: Agencia Uno