Los telescopios ALMA, ubicados en el norte de Chile, permitieron que un grupo de investigadores detectaran el elemento más frío del Universo conocido hasta ahora.
Se trata de una nebulosa brillante ubicada a 5.000 años luz de la Tierra y que posee una temperatura de -272 grados Celsius, es decir, incluso menos que las sombras de enfriamiento del Big Bang.
"Este objeto ultrafrío es muy interesante y estamos aprendiendo mucho más acerca de su verdadera naturaleza con ALMA", sostuvo Raghvendra Sahai, integrante del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y uno de los autores del trabajo publicado en la revista Astrophysical Journal.
La nebulosa tiene una extraña forma similar a un bumerán, ya que desprende gas de su cáscara y éste se enfría a medida que avanza.
Según señalaron los científicos este hallazgo es de suma importancia para comprender el proceso de la muerte de las estrellas y se convierten en nebulosas planetarias.
"Con el uso de ALMA podremos, literalmente y figurativamente, arrojar nueva luz sobre la agonía de una estrella similar al Sol", agregó Sahai.
Este tipo de cuerpos celestes se forman cuando una estrella moribunda pierde sus capas exteriores y avanza dejando una nube de gas detrás.