Primero se pensó que era el cuerpo de un extraterrestre y luego se dijo que era la momia de un primate desconocido, mientras otros apostaban que se trataba de un humanoide de miles de años de antigüedad.
Lo cierto es que, a 15 años del hallazgo, científicos de la Universidad de Stanford resolvieron este misterio que se originó en Chile y que, en el año 2013, un estudio genético concluyó que se trataba de un ser humano.
El cuerpo de esta niña cabía en la palma de una mano y fue desenterrado en el desierto de Atacama. Se trata de un feto, o de una guagua que murió poco después de nacer de manera prematura con severas malformaciones.