Click acá para ir directamente al contenido

El excéntrico y tatuado científico detrás del proyecto Rosetta que revoluciona Twitter

Matt Taylor es el cerebro de la operación que a todos luces reviste un avance para la ciencia. De hecho, inmortalizó el registro en su propio cuerpo. ¿Se habrá apresurado?

24Horas.cl TVN

Miércoles 12 de noviembre de 2014

De buenas a primeras no se encuentra para nada ligado a la imagen que tradicionalmente se tiene de un científico ligado a este tipo de misiones. Claro, Matt Taylor no es para nada un profesional de la ciencia común y corriente y pasará a la historia como el experto en cohetes más excéntrico de la historia. Hasta ahora.

Con sus particulares camisas, look desordenado y una serie de tatuajes, el profesional es reconocido como el cerebro detrás de la sonda Rosetta y su personalidad se ha ido conociendo poco a poco a través de su convulsionada cuenta de Twitter.

Nacido y criado Londres, culminó sus estudios de Física en la Universidad de Liverpool y posteriormente retornó a la capital inglesa para su Doctorado en el Imperial College. De ahí en más, trabajos tanto en Europa como Estados Unidos donde su estilo le ha acompañado por siempre.

Su actitud ha sido considerada como “cool” por parte de sus seguidores quienes han vivido prácticamente en carne propia todos los detalles de esta operación. La expresión puede pasar a ser literal ya que el propio Taylor decidió tatuarse el módulo Philae en su propia piel anticipando el éxito tras soltarse de la sonda Rosetta.

"Estoy muy confiado en que vamos a clavar este aterrizaje. Soy lo suficientemente seguro como para tenerlo dibujado en mi cuerpo ... esa es mi predicción para hoy, tenemos el módulo de aterrizaje sobre el cometa”, dijo el propio Taylor dijo a la BBC.

"La oportunidad de trabajar en Rosetta era enorme y no puedo empezar a describir la emoción asociada con esta misión. Realmente es magnífico", el Dr. Taylor dice en su página web de la Agencia Espacial Europea.

Sin embargo, su tatuaje pudiese quedar en deuda. Los recientes problemas de aterrizaje de Philae a la hora de desplegar los arpones han llenado de incertidumbre este exitoso proceso que se ha alargado por más de diez años.

LEE TAMBIÉN: