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Estudio asegura que la lectura afecta positivamente al cerebro

Las novelas podrían dejar una huella positiva y transportar al lector en la piel del protagonista

24Horas.cl Tvn

Miércoles 8 de enero de 2014

Es algo sabido que leer un libro ha sido siempre una de las alternativas más saludables para desarrollar la imaginación y poder comunicarnos de manera clara con el entorno.

Por su fiera poco, ahora científicos de la Universidad de Emory (Georgia, EE.UU.) encontraron nuevas virtudes a la lectura, por lo que en estas vacaciones de verano tomar aquel libro olvidado en el velador puede ser una buena idea.

El estudio publicado en la revista Brain Connectivity asegura que las novelas pueden afectar de manera positiva nuestro cerebro, modificándolo de la misma manera que lo hacen las experiencias cotidianas.

Los científicos tomaron el clásico de Robert Harris "Pompeya" y se lo dieron a 21 voluntarios que participaron en este estudio. Los resultados que duraron 19 días mostraron que la lectura aumentó la conectividad de la corteza temporal izquierda, zona que alberga el área del lenguaje. Este incremento se extendió hasta después de acabar el libro, por lo que se podría pensar que estos cambios pueden persistir en el tiempo, según informa ABC.es.

Otro de los hallazgos fue que al leer un libro podemos sentir empatía, lo que implica involucrarse en las acciones de los protagonistas, mejorando la experiencia de la lectura. Esta situación de ponerse en la posición del otro significó una mayor conectividad en la zona de las sensaciones corporales, que se ubican en el surco central del cerebro.

"Ya sabíamos que las buenas historias te pueden ayudar a ponerte en la piel de otra persona, en un sentido figurado. Pero con este estudio estamos viendo que esto puede tener un verdadero correlato biológico. Los cambios neuronales que encontramos asociados a los sistemas de sensación física y movimiento sugieren que la lectura de una novela te puede 'transportar' al cuerpo de la protagonista", señala Gregory Berns, el investigador principal del estudio.

Otros estudios se centraron en descubrir los beneficios cognitivos, por lo que esta investigación se centra en la huella neuronal que deja la lectura en el cerebro de una persona.

Durante nueve días los participantes, leyeron un promedio de 300 páginas del libro y cada mañana se realizaron una resonancia magnética en reposo. Tras terminar de leer se sometieron a cinco resonancias más para comprobar si se producían los cambios. A pesar de que los participantes no estaban leyendo la novela, durante la resonancia, conservaron esta conectividad aumentada", dice Berns."A este efecto le llamamos 'sombra de actividad'" señaló Berns.

Los cambios continuaron los días siguientes y pese a  que no se pude establecer a ciencia cierta después de cuánto tiempo durará este efecto. Berns aseguró que es probable que la experiencia de leer el libro favorito de cada uno puede ser que produzca un efecto mayor y más persistente en el tiempo.