El Instituto de Investigación Agracia (INIA) realizó un estudio que reveló desconocidas bondades nutricionales del pepino dulce (solanum muricatum) o también llamado "meloncito de invierno".
Según consigna Las Últimas Noticias, los investigadores realizaron pruebas de ADN a los pepinos tras recolectarlos en varias localidades, como Cerrillos de Tamaya, Concón, La Ligua y Arica.
La directora del Centro INIA Intihuasi, Constanza Jana, explicó que "hay muchas diferencias genéticas, pero no están asociadas a territorios". Es decir, las variaciones genéticas de los solanum muricatum no dependen específicamente del lugar en el cual crecen.
Los investigadores lograron identificar 162 ecotipos, de los cuales 129 están en Cerrillos de Tamaya, en la cuarta región. Un ecotipo es el conjunto de características que dependen del sitio en el que, en este caso, crece el pepino.
"Es una especia súper rústica. Si los suelos son buenos, no se da. Ella prefiere el suelo pedregoso, el suelo pobre", añadió. Por esto, si el suelo es salino, como el de Cerrillos de Tamaya, el pepino sería más dulce.
Patricia Bugueño, quien tiene más de 35 hectáreas de "meloncitos de invierno", agregó que "lo ideal es ponerles algo para que puedan identificar de dónde vienen. Si es más azul, es más sabroso".