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Evita la hepatitis A: consejos y recomendaciones para resguardar los alimentos

Esta enfermedad se puede contraer al comer alimentos como frutas, verduras, mariscos, hielo y/o agua que han sido contaminados.

Camilo Bravo

Miércoles 21 de enero de 2015

La Hepatitis A es un virus o infección que provoca enfermedad e inflamación del hígado y se transmite vía fecal-oral por consumir alimentos contaminados Estas intoxicaciones son cuadros clínicos producidos por el consumo de alimentos contaminados con toxinas, bacterias, virus, parásitos y agentes tóxicos que puede afectar a una persona o un grupo de personas.

 

El virus está presente aproximadamente de 15 a 45 días antes de que ocurran los síntomas y durante la primera semana de la enfermedad. Según la infectóloga de Clínica Avansalud, María Isabel Campos, “este se puede manifestar como un cuadro leve, moderado o grave, hasta llegar a una falla hepática fulminante con indicación de trasplante hepático”.

Según explica la especialista, esta enfermedad se puede contraer al comer o beber alimentos o agua que han sido contaminados por heces que contiene el virus de la hepatitis A. Frutas, verduras, mariscos, hielo y agua son fuentes comunes.

Frecuentemente, los alimentos que causan intoxicaciones son los crudos o mal cocidos y los que no poseen una refrigeración adecuada, por ejemplo: carnes y aves de corral, carne molida mal cocida, leche sin pasteurizar, quesos blandos, fiambres, embutidos, salchichas, productos vegetales sin lavar, ingesta de huevos crudos o no bien cocidos, mariscos y pescados crudos, entre otros. 

 

Síntomas

Los síntomas de la hepatitis A son como los de cualquier cuadro viral: “Fiebre, nauseas, vómitos, orina oscura, molestias musculares, cansancio, e incluso se puede llegar a tener coloración amarilla de piel y mucosa”, advierte la doctora.

Generalmente, las intoxicaciones alimentarias son cuadros leves, pero la principal complicación es la deshidratación o pérdida severa de agua y electrólitos (sales y minerales esenciales).

Recomendaciones

Dentro de las recomendaciones se encuentra la buena manipulación, cocción y refrigeración de los alimentos. Esto se logra con un buen lavado de mano antes y después de preparar los alimentos,

Además se debe tener presente el aseo frecuente de utensilios y superficies de cocina; consumir alimentos conocidos, lavados o hervidos y comerlos en lugares establecidos.