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Indulto femenino a la panza masculina

Sin embargo, los hombres no parecen tan dispuestos a disculpar los "defectos" femeninos.

Cristián Jara

Martes 29 de mayo de 2012

En un mundo en donde la imagen de la modelo delgada, esbelta y estilizada se propaga en las pasarelas y revistas imponiendo cánones de belleza que no siempre se cumplen en la realidad, los hombres parecen ser más exigentes en torno a su ideal femenino y las mujeres… menos.

Un reportaje reciente publicado por la revista masculina GQ revela que la imagen de la mujer común y corriente no vende y -para pesar de muchas- la delgadez extrema sigue internalizada mucho más en el género masculino que en el femenino, que está dispuesta a ceder en cuanto a alguno kilitos más acumulados en el abdomen del hombre.

Para el director de la Escuela de Sociología de la Universidad Mayor, Antonio Leal, esto obedece al llamado “machismo estético”. “Los hombres están más adscrito a los modelos de belleza que las sociedades crean. Además, tienden a ser más superficiales que las mujeres: primero tiene que ser linda y luego vemos si es inteligente o simpática”, establece.

Realizando un simple sondeo en las redes sociales, el 90% de las mujeres están dispuestas -en su justa medida- a pasar por alto la típica “ponchera” que prolifera entre los hombres chilenos e, incluso, algunas consideran que es una característica tan común entre los machos nacionales que hasta llega a ser hasta atractiva.

Según el sociólogo, esto de debe simple y llanamente a que la “mujer es más inteligente” en este sentido. “La la relación de las mujeres con el amor y la sexualidad no se produce necesariamente por la belleza. Tienen la capacidad de establecer parámetros más profundos. Cuenta mucho más la capacidad del hombre para acogerlas, seducirlas y contenerlas”, dice.

El facultativo profundiza exponiendo que las mujeres poseen la capacidad de aproximarse al amor de una manera más intuitiva y basada más en características que tienen que ver más con el fondo más que de forma. “Puede elegir a un hombre incluso que no sea bonito, pero en lo que no transan es en que debe proyecta carácter, personalidad y desplante”, dice quizás dándole esperanzas a los varones menos agraciados.