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Médicos chilenos estudian uso de enzima para frenar el lupus

El Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia investiga la aplicación terapéutica de la enzima HO-1 en la enfermedad crónica que afecta a cerca de 10 mil chilenos.

Jorge Miranda

Martes 29 de octubre de 2013

Una nueva terapia para frenar la progresión del lupus, enfermedad crónica que afecta a unos 10 mil chilenos, está siendo probada por científicos del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia – IMII-. La estrategia, consiste en la utilización de una enzima llamada HO-1 –Hemo-oxigenasa 1-, la cual ha demostrado ser eficaz en la disminución de los síntomas propios de esta patología, como la inflamación y el daño renal.

Estas investigaciones han sido desarrolladas por los Drs. Alexis Kalergis, Carolina Llanos y Juan Pablo Mackern, del IMII.

Según explica Mackern, el estudio de un potencial tratamiento es de gran relevancia, ya que “el lupus es una enfermedad de alta prevalencia y que afecta considerablemente la calidad de vida de los pacientes, quienes aún no cuentan con terapias específicas y eficientes”.

Patología autoinmune

De carácter autoinmune, el lupus también es conocido como el “gran imitador”, ya que en sus primeras fases puede confundirse con otras patologías. Este mal, se presenta cuando el sistema inmunológico ataca por error algunas células o tejidos sanos del cuerpo, ocasionando daño en múltiples órganos, tales como: riñones,  pulmones, articulaciones, así como en el sistema nervioso central y cardiovascular. Recae principalmente en mujeres jóvenes que se encuentran en edad fértil y plena etapa productiva, y se estima  que un 15% de ellas puede fallecer a los 35 años. Sin embargo, su manifestación e intensidad puede diferir mucho entre una y otra persona.

Respecto de los actuales tratamientos, como corticoides e inmunosupresores, los científicos del IMII coinciden en que éstos pueden tener efectos adversos, ya que al ser inespecíficos y deprimir la respuesta inmune de forma global, vuelven a los pacientes más susceptibles a contraer infecciones o bien, pueden tener impacto en la fertilidad.

La enzima terapéutica

Ante este escenario,  la exploración y modulación farmacológica de HO-1 pretende “mejorar considerablemente la calidad de vida de las personas” según explica Mackern y conseguir efectos que ayuden a bajar la respuesta exagerada del sistema inmunológico. Dichos estudios se están realizando desde el año 2010 en modelos animales susceptibles al desarrollo de lupus , obteniendo resultados positivos.

“Estamos induciendo farmacológicamente esta enzima, tratando de explotar sus propiedades inmunosupresoras. Y luego, evaluando parámetros inmunológicos, como la existencia de autoanticuerpos, daño renal, entre  otras alteraciones. Felizmente, hemos comprobando que HO-1, logra disminuir esos indicadores”, indica el Dr. Kalergis

Factores ambientales,  genéticos, entre otros, están involucrados en el origen de esta enfermedad. De acuerdo a ello, el científico señala que una de las ventajas de la indución farmacológica de esta enzima es que sus efectos benéficos están funcionando en diversas cepas animales, en las que se origina lupus por diversas causas. Por esta razón, se prevé que su utilización  podrá ser efectiva en personas, cuya sintomatología  también es diversa.  Pero hace ya una década que HO 1 tiene su historial, al ser empleada por otros investigadores en el estudio de un potencial tratamiento de la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple, así como en trasplantes – en cuyo último caso se busca evitar el rechazo del nuevo órgano-. 

Respecto de la enzima, Mackern y Kalergis explican que ésta se encuentra de forma natural en el organismo,  expresada en muchas células y tejidos, sobretodo en el bazo, riñón e hígado. Sin embargo, el equipo del IMII también pudo comprobar que el elemento se hallaba disminuido en personas con lupus, específicamente, en un tipo de células llamadas mieloides. Esta investigación dio fruto a una publicación en la revista Inmunology, el año 2012.

“Dichos estudios nos señalan que estos pacientes  tienen una desregulación de la enzima, lo que implicaría una disminución de su efecto inmunosupresor, hecho que a su vez ayudaría a  promover la continuidad y progresión de la enfermedad a un estado más inflamatorio”, comenta. Asimismo, el científico explica que estos antecedentes permiten comprobar la hipótesis de inducir HO-1 como terapia.

Los doctores aseguran que la deficiencia de esta enzima en el organismo se asocia a un perfil “inflamatorio importante, con muerte en la adolescencia o en la edad temprana”, lo que a su vez puede conducir al desarrollo de patologías inflamatorias.

Aplicación en humanos

Por el momento, la estrategia terapéutica no ha sido probada en seres humanos, pero según expresa Kalergis, se espera que “en unos seis años esté validada para su fase clínica”.

No obstante, el camino trazado en el IMII ya ha desarrollado mecanismos para suministrar una terapia contra el lupus en personas, lo que se está llevando a cabo gracias al trabajo de la Dra. Carolina Llanos, Dr. Alexis Kalergis y Dr. Sergio Jacobelli.

El novedoso tratamiento, cuyo fin es reestablecer el sistema inmunológico, consiste en la manipulación y reprogramación de las células dendríticas, aquellas “defensoras” que  cumplen un rol fundamental en la eliminación de elementos patógenos, virus y bacterias que ingresan al organismo, y las cuales se encuentran alteradas en personas con lupus.

De esta manera, el proceso busca modular la función de las células dendríticas, provenientes de la misma sangre del paciente, que es procesada y filtrada, para luego ser reinyectada. En este paso es cuando se espera aplicar in vitro la modulación farmacológica de la enzima HO-1, con la finalidad de modificar a la célula dendrítica para disminuir  la respuesta autoinmune.

En ese sentido, Juan Pablo Mackern indica que el equipo investigador ya ha observado que en estas células tratadas con HO-1, se disminuye la presentación antigénica y activación linfoctaria.