Fueron dos días los que alcanzó a "vivir" el módulo Philae: el histórico dispositivo que aterrizó sobre un cometa 67P con el fin de estudiar la composición del cuerpo celeste y comprobar la teoría que el agua de nuestros océanos proviene de estos macizos.
A través de un comunicado, la Agencia Espacial Europea, publicó las razones de por qué la misión duró tan poco.
"Con sus baterías vacías y sin luz solar suficiente para recagarse, Philae ha entrado en un 'modo de hibernación', posiblemente un largo silencio", señalan desde ESA.
No obstante, es posible que la comunicación se pueda reestablecer próximamente con el módulo, lo que está supeditado a que éste pueda obtener la luz solar suficiente para poder recargar sus baterías, lo que depende de la trayectoria del cometa.
Además, los científicos de ESA mandaron órdenes de girar el "cuerpo" de Philae con el fin que los paneles solares puedan quedar en una posición más favorables para recibir luz, maniobra cuyo éxito se podrá comprobar recién este sábado.
My #lifeonacomet has just begun @ESA_Rosetta. I'll tell you more about my new home, comet #67P soon… zzzzz #CometLanding
— Philae Lander (@Philae2014) November 15, 2014